infinitos y literatura & love.

Yo pensaba en un troza de cebolla visto durante la cena
Y en el abismo que nos separa de los otros abismos.
Nicanor Parra

1. Ahí donde el alegría de los porotos entre los dedos y el no encontrar un papel a/entre ellos donde escribir. Los abismos emocionales que esconden los significados propios de las cosas. La gente los ha llamado erróneamente "las pequeñas cosas de la vida", si no está claro por qué el error, a la mierda: hoy me hundí en la acidez de mi café a fuego lento y levanté la cabeza bajo la lluvia, en hedonismo infinito. Pensé en suicidarme por no encontrar mi libreta de notas, estoy vivo y escribiendo sobre un diario, en la sección de los números, que son balas, que son gente, y que también son la vida regia. Corolario (a mi parecer): no se juega con la metafísica, infinitos, eternos, Nadas, etcétera.

Era ésto una enumeración, so,

2. Te dije, que lo escrito es intimidad. Para variar, mentí. Tal vez elegir entre ir o no ir. Tal vez te haga caso y escriba, o salga corriendo, tal vez. Para cualquiera de las dos cosas ya estoy listo, y el amor no está invitado a este meeting con los enredos de la verdad, de la falsedad, ni con los caprichos de la cobardía o la valentía. Él no tiene nada que hacer aquí, no hay nada que dirimir en su carácter: el es verdadero, y aunque parezca imposible la combinación, valiente.

Hay en el vivir, en el vivir de la gente que sabe vivir, como dijo Bolaño, en los que se saben cobardes o los que se saben valientes, una fragilidad caótica en los detalles que esconden los rincones eternos, infinitos.

Castro, 14 de febrero de 2008.
ps. gracias a camila por las correcciones.