un tema.
No es ésta una declaración de malestar, ni tampoco un suplica de perdón. Es más que eso. Es una invitación, que como cualquier invitación puedes aceptar o rechazar. Es la invitación a ser partes de nosotros, de palmo a palmo, completamente, una historia sin amarras ni rincones oscuros, un panóptico de amor, una construcción circular carente de esquinas. Esas esquinas en las que se esconden los fantasmas del miedo a uno, y al dos.
(extracto de carta sin entregar)
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